Si has estado explorando estas páginas, puede que ahora tengas una mejor comprensión de lo que es y hace un sacerdote. Si tienes una idea en el fondo de tu mente de que puedes ser llamado al sacerdocio, lo mejor es dar un paso positivo.
Probar una llamada al sacerdocio requiere discernimiento tanto de ti como de la Iglesia. Si sientes que puedes estar llamado a ser sacerdote, los siguientes pasos pueden ayudarte a ganar claridad y dirección en tu elección.
Un buen primer paso a dar es ponerte en contacto con tu Director de Vocaciones. Esto no significa que te apunten y te lancen al seminario. El papel del Director de Vocaciones es asistirte y proporcionarte orientación y materiales para ayudarte a discernir eficazmente. Este proceso puede ayudarte a comprender que no estás llamado al sacerdocio.
Cultiva una vida disciplinada de oración personal diaria. Esto te ayudará a escuchar la voz de Dios en tu vida. Muchos encuentran que la adoración eucarística y la oración con las Escrituras son una forma particularmente útil de orar. A algunos les resulta útil llevar un diario de oración, ya que puede ayudarle a aclarar y expresar sus pensamientos, aspiraciones y temores.
Esfuércese por asistir a misa y a la confesión con frecuencia. Esto te ayudará a mantenerte en el camino, así como a darte la gracia y la fuerza para actuar allí donde sientas que Dios te llama. Muchas personas lo hacen, por ejemplo, el Papa Francisco se confiesa una vez cada quince días.
Si aún no lo has hecho, busca un director espiritual. Tener un sabio consejo espiritual puede ayudarte a identificar los movimientos del Espíritu Santo. También es una forma de evaluar tu progreso en tu camino espiritual y de rendir cuentas a alguien en quien puedas confiar.
Toma alguna lectura espiritual para alimentar tu fe e inspirarte a vivir tu compromiso de seguir a Cristo.
Saca tiempo para el silencio y la soledad. Un retiro suele ser una buena oportunidad para ello.
Ten paciencia y espera en el Señor. Discernir tu vocación es un proceso. El tiempo de Dios es perfecto y va más allá de nuestra comprensión.
*Cortesía de la Oficina de Vocaciones de Sydney