Diagnósticos comunes de los síntomas de vértigo
Las pruebas de función vestibular que se realizan en la consulta de un audiólogo buscan las causas comunes de sus síntomas, incluyendo la enfermedad de Meniere, vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), laberintitis y neuritis vestibular, así como otras etiologías comunes.
La enfermedad de Meniere está asociada a una acumulación de presión de líquido en el interior del oído interno. Además de los ataques de vértigo, el paciente también puede experimentar niveles fluctuantes de pérdida de audición, acúfenos (zumbidos o rugidos en el oído) y una sensación de plenitud en el oído afectado.
El VPPB, un diagnóstico bastante común, se produce cuando los cristales del interior del oído se desprenden. «Los cristales de calcio, estructuras normales del oído interno, se desprenden y flotan hacia otra parte del oído», explica el Dr. Phillips. «Esto provoca una sensación de giro cuando se cambia de posición de la cabeza, generalmente desencadenada por el movimiento, como al levantarse o meterse en la cama, al tumbarse, al girar sobre un lado, e incluso a veces al agacharse y mirar hacia arriba para coger algo del armario de la cocina». Cada episodio es breve, del orden de segundos a menos de un minuto».
La laberintitis y la neuritis vestibular son trastornos derivados de una infección que puede afectar a la transmisión de la información sensorial desde el oído hasta el cerebro. Los síntomas pueden provocar vértigo, mareos y problemas de equilibrio, visión y audición. La laberintitis se produce cuando una infección puede afectar a las dos ramas del nervio vestíbulo-coclear, lo que provoca cambios en la audición junto con mareos o vértigo. La neuritis vestibular afecta a la rama asociada al equilibrio, lo que provoca mareos o vértigos, pero no cambios en la audición. Los síntomas suelen durar del orden de semanas a veces meses y mejoran con el tiempo con el uso de medicamentos para controlar las náuseas y suprimir los mareos. En algunos casos, los ejercicios de rehabilitación vestibular ayudan después de la terapia con medicamentos.
Aunque puede ser difícil identificar lo que puede haber causado sus síntomas, el diagnóstico adecuado es vital para un tratamiento eficaz. Algunos problemas de equilibrio comienzan con alergias o un fuerte resfriado. Otros se deben a trastornos autoinmunes. Una lesión en la cabeza puede desencadenar episodios de vértigo o desequilibrio. El dolor o la rigidez de cuello crónicos pueden provocar vértigo o desequilibrio. En otros casos, no está claro qué puede haber provocado la afección.