La lechuga se está convirtiendo en una de las favoritas de los novatos en hidroponía y es una de las plantas más comunes entre los cultivadores hidropónicos. La razón de ello es que se puede cultivar en climas templados y tropicales. Es buena para ti y tanto los tallos como las hojas se pueden comer.
La lechuga se puede cultivar fácilmente con hidroponía y a continuación hemos enumerado lo que necesitas para empezar:
Paso 1: Elige una semilla de lechuga de alta calidad.
Paso 2: Coloca una semilla de lechuga en un medio de cultivo como un Peat Pellet o un Rockwool Starter Plug. Coloca los cubos en un plato con agua durante dos semanas en condiciones de oscuridad. En ese tiempo, las semillas deberían brotar y convertirse en pequeñas plántulas. Asegúrate de tener siempre los cubos en un plato con agua. Mantener los cubos en condiciones de oscuridad es esencial para frenar el crecimiento de las algas.
Paso 3: La germinación tardará unos 7-14 días. Una vez que aparezca el brote, pon los cubos en una Maceta de Red y trasplántalos a un contenedor de cultivo o a sistemas de cultivo hidropónico como los sistemas NFT.
Los mejores contenedores para usar en jardinería hidropónica son los plásticos de color oscuro.
Paso 4: Las plantas en un sistema hidropónico necesitan ser suministradas regularmente con una solución nutritiva.
Elegir la solución adecuada es esencial para un crecimiento hidropónico exitoso
Paso 5: Espera de 4 a 5 semanas para cosechar la lechuga. Asegúrese de colocar sus plantas cerca del sol, pero no en el sol directo de todo el día y preferiblemente en algún lugar que reciba el sol de la mañana solamente. La luz solar directa durante todo el día no es adecuada para las lechugas y las verduras de hoja verde, ya que el exceso de calor hará que la planta se sienta estresada. Esto provocará que empiece a florecer, lo que hará que las hojas tengan un sabor amargo y cambiará la textura de sus productos.
Aquí hay dos vídeos educativos cortos: