Arawak, indios americanos de las Antillas Mayores y de América del Sur. Los taínos, un subgrupo arawak, fueron los primeros pueblos nativos que encontró Cristóbal Colón en La Española. Durante mucho tiempo se sostuvo que los arawak isleños fueron prácticamente aniquilados por las enfermedades del Viejo Mundo a las que no eran inmunes (véase Intercambio Colombino), pero los estudios más recientes han destacado el papel que desempeñaron la violencia, la brutalidad y la opresión españolas (incluida la esclavización) en su desaparición. Además, en la Breve relación de la destrucción de las Indias (1542), Bartolomé de Las Casas pinta un retrato espeluznante de la depredación, la matanza y el abuso sexual por parte de los españoles.Un pequeño número de arahuacos continentales sobrevive en Sudamérica. La mayoría (más de 15.000) viven en Guyana, donde representan un tercio de la población nativa americana. Hay grupos más pequeños en Surinam, Guayana Francesa y Venezuela. Su lengua, también llamada arawak, es hablada principalmente por los adultos mayores, una característica que suele presagiar la muerte de una lengua.
Los arawak antillanos, o taínos, eran agricultores que vivían en aldeas, algunas con hasta 3.000 habitantes, y practicaban el cultivo de la yuca y el maíz de tala y quema. Reconocían el rango social y otorgaban gran deferencia a los jefes teocráticos. La creencia religiosa se centraba en una jerarquía de espíritus de la naturaleza y antepasados, que se asemejaba a las jerarquías de los jefes. A pesar de su compleja organización social, los arawak antillanos no eran dados a la guerra. Fueron expulsados de las Antillas Menores por los caribes poco antes de la aparición de los españoles.
Los arawak sudamericanos habitaban las zonas norte y oeste de la cuenca del Amazonas, donde compartían los medios de vida y la organización social de otras tribus de la selva tropical. Eran agricultores sedentarios que cazaban y pescaban, vivían en pequeños asentamientos autónomos y tenían poca organización jerárquica. Los Arawak se encontraban hasta el oeste de las estribaciones de los Andes. Estos Campa Arawak, sin embargo, permanecieron aislados de las influencias de las civilizaciones andinas.