La absorción, en el movimiento ondulatorio, es la transferencia de la energía de una onda a la materia cuando ésta la atraviesa. La energía de una onda acústica, electromagnética o de otro tipo es proporcional al cuadrado de su amplitud, es decir, el máximo desplazamiento o movimiento de un punto de la onda; y, a medida que la onda atraviesa una sustancia, su amplitud disminuye constantemente. Si sólo se produce una pequeña absorción de energía, se dice que el medio es transparente a esa radiación concreta, pero, si se pierde toda la energía, se dice que el medio es opaco. Todas las sustancias transparentes conocidas presentan una cierta absorción. Por ejemplo, el océano parece ser transparente a la luz solar cerca de la superficie, pero se vuelve opaco con la profundidad.
Las sustancias son selectivamente absorbentes, es decir, absorben la radiación de longitudes de onda específicas. El vidrio verde es transparente a la luz verde pero opaco al azul y al rojo; el caucho duro es transparente a los rayos infrarrojos y X pero opaco a la luz visible. Así, la radiación de una longitud de onda no deseada puede eliminarse de una mezcla de ondas haciéndolas pasar por un medio adecuado. Las sustancias diseñadas para absorber una determinada longitud de onda o banda de longitudes de onda se denominan filtros.
Cuando la radiación atraviesa la materia, se absorbe en una medida que depende de la naturaleza de la sustancia y de su espesor. Una sustancia homogénea de un grosor determinado puede considerarse como formada por un número de capas igualmente finas. Cada capa absorbe la misma fracción de la energía que le llega. El diagrama muestra un haz de ondas que pasa de derecha a izquierda a través de una serie de capas (d1, d2, d3) de un medio. Si la fracción de absorción se toma como un 33 por ciento, o 1/3, después de que el haz pase por la primera capa d1, su energía inicial (E0) se reducirá a E0/3. Un tercio de la energía E0/3 será absorbida al pasar por la capa d2, y el haz entrará en la capa d3 con una energía de 1/3 (E0/3), o (E0/9). Del mismo modo, cada capa sucesiva absorbe un tercio de la energía que recibe. Así, para una radiación de una longitud de onda determinada, una capa infinitesimalmente fina reducirá la energía de una onda en una cantidad fraccionaria que es proporcional al grosor de la capa. El cambio de energía cuando la onda atraviesa una capa es una constante del material para una longitud de onda dada y se denomina su coeficiente de absorción.