Política exterior
En su nuevo cargo, Abdullah continuó con muchas de las políticas de su padre. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Abdullah apoyó los esfuerzos de Estados Unidos para combatir el terrorismo y, tras la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003, se permitió a las fuerzas estadounidenses mantener bases en Jordania. El apoyo a un acuerdo de paz árabe-israelí también era una gran prioridad para Abdullah, y siguió demostrando su compromiso con el proceso de paz participando en las negociaciones para una solución de dos estados, reuniéndose con líderes israelíes y palestinos, y llamando la atención internacional sobre la cuestión. Sin embargo, las crecientes tensiones entre israelíes y palestinos a finales de la década de 2010 agriaron las relaciones de Jordania con Israel, y Abdullah se enfrentó a la creciente presión de los jordanos para reevaluar la relación de los países. En 2019 se negó a renovar un contrato de arrendamiento de tierras jordanas cultivadas durante mucho tiempo por agricultores israelíes.
Durante su reinado, Abdullah supervisó la mejora y modernización de las fuerzas armadas jordanas para hacer frente a diversas amenazas externas a la seguridad, las más graves de las cuales emanaban de la insurgencia en Irak y de la guerra civil siria. Aparte de una serie de atentados mortales en Ammán en 2005, orquestados por Al Qaeda en Irak, Jordania logró evitar en gran medida la violencia que asoló a sus vecinos. Sin embargo, la estrecha cooperación militar del país con Estados Unidos fue generalmente impopular entre los jordanos de a pie.
Mientras tanto, en 2013 surgió una nueva y ominosa amenaza en el este de Siria y el oeste de Irak: el grupo extremista Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL; también conocido como Estado Islámico en Irak y Siria ), que incluía elementos reconstituidos del enemigo de Jordania, Al Qaeda en Irak. Jordania se unió a una campaña aérea dirigida por Estados Unidos contra el grupo en septiembre de 2014. Aunque al principio Jordania trató de restar importancia a su participación en la campaña, Abdullah asumió un papel de liderazgo visible, y Jordania aumentó en gran medida el número de ataques aéreos que llevó a cabo después de que los combatientes del ISIL capturaran y asesinaran brutalmente a un piloto jordano derribado a principios de 2015. La continua inestabilidad en Irak y Siria a lo largo de los últimos años de la década de 2010, junto con el estallido de la guerra civil en Yemen, hizo que Jordania acogiera a una de las mayores poblaciones de refugiados per cápita del mundo, lo que obligó a Abdullah a solicitar ayuda internacional para apoyar a sus refugiados.