La nostalgia es la tristeza y la melancolía que experimentamos cuando estamos lejos de nuestra cama, de nuestra familia y de nuestros amigos – en otras palabras, el momento en que todo en casa es mejor, más barato y más divertido.
No pasa nada por sentir nostalgia: es un sentimiento natural que nos ocurre a los mejores y puede ser un recordatorio de las cosas que nos importan. Pero no es especialmente divertido, así que hemos reunido ocho sencillos trucos que te ayudarán a sobrellevar la morriña, o incluso a evitar que te moleste en absoluto.
Celebra 24 horas de morriña
Echar de menos la casa es un poco como revolcarse después de una ruptura. A veces sólo tienes que sentirte miserable y comer demasiado helado durante un par de días, pero luego tienes que seguir adelante. ¿Y si celebras un día de nostalgia y te desahogas de una vez? Intenta comer comida de casa, escuchar música de casa, llamar a todos tus amigos, etc. y luego, al cabo de 24 horas, deja de hacerlo y vete de turismo con ese grupo de amigos que conociste la semana pasada.
Haz un horario
Mi consejo personal número uno para sentirte como en casa en un nuevo entorno: Haz una rutina. Esto puede ser cualquier cosa, desde hacer ejercicio con regularidad hasta tomar siempre café y pasteles los domingos por la mañana. Programar ciertas actividades -y cumplir con ese horario- te dará algo que esperar y hará que tu nuevo hogar se sienta como tal.
Encuentra un espacio familiar
Similar a la adopción de una rutina es la importancia de encontrar un lugar «favorito»: algo familiar que te ayude a sentirte como en casa, como un banco en el parque o una cafetería con cómodos sofás. Pronto, los camareros sabrán cómo bebes tu café, o empezarás a ver a las mismas personas paseando a sus perros todos los días.
Acaba con el aburrimiento
El aburrimiento es un gran catalizador de la morriña: cuanto más tiempo tengas para pensar en casa, más querrás estar allí. Asegúrate de mantenerte activo y ocupado inscribiéndote en un gimnasio, haciendo voluntariado, tomando una clase o apuntándote a actividades en tu escuela. Estar fuera de casa también será una forma estupenda de hacer amigos y sumergirte en la cultura local.
Elige la vida real antes que las redes sociales
Mantener el contacto nunca ha sido tan fácil: Podemos enviar mensajes de texto, hablar e incluso chatear por vídeo de forma gratuita. Las fotos y los vídeos nos permiten ver qué hace cada uno, dónde y cuándo, y puede ser difícil no centrarse en todo lo que ocurre en casa. Pero: la ignorancia de las redes sociales puede ser una bendición – la razón por la que te fuiste al extranjero es porque querías experimentar algo nuevo, después de todo.
Conocer gente nueva
Cuanta más gente conozcas, más fácil será distraerse y tener algo que hacer. Esto suele ser más fácil cuando estás en la escuela o viajas en grupo – entrar en una habitación con gente que no conoces puede ser aterrador, pero nunca se sabe qué tipo de amistades se pueden encontrar fuera de tu zona de confort (y en esa habitación).
Haz (muchas) fotos
Hacer muchas fotos es una forma fantástica de explorar tu nuevo hogar – y cuanto más familiarizado estés con tu entorno, más en casa te sentirás (echa un vistazo a nuestros mejores consejos de fotografía de viajes). Además, mirar las fotos puede ayudarte a apreciar tu nuevo entorno y recordarte por qué elegiste el destino en primer lugar.
Haz que la gente venga a visitarte
Esta no es la solución más barata para hacer frente a la nostalgia, pero a veces puede ayudar que tus amigos o familiares vengan a visitarte. Puedes mostrarles los alrededores y su entusiasmo por tu nuevo hogar probablemente resulte contagioso y te recuerde lo afortunado que eres de pasar tiempo en (insertar lugar).