Después de unas Navidades tan aburridas, seguro que te apetece flexionar tus músculos creativos. Es probable que hayas pasado las fiestas abusando de tu suscripción a Netflix, vegetando en el sofá y ahora es el momento de pasar a la acción.
Empezar una nueva afición creativa (en su mayoría casera, por supuesto) podría ser justo lo que necesitas para llenarte de energía, recargar las pilas y reavivar tu imaginación, preparándote para lo que te depare el 2021. Para este post, hemos hablado con ocho creativos sobre el efecto positivo que sus aficiones han tenido en sus vidas, y hemos expuesto sus consejos para ayudarte a seguir su ejemplo. Ten en cuenta que todos estos consejos son anteriores al cierre, pero muchos de ellos siguen siendo relevantes para 2021.
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Lego
Para quienes pasan mucho tiempo mirando una pantalla, un pasatiempo táctil puede ayudarles a desconectar. «Construir con Lego me proporciona una sensación de zen», dice el diseñador web Richard Carter . «Me resulta relajante construir… es estimulante usar mis manos para crear algo físico, en lugar de en una pantalla».
Pero construir Lego no es sólo una actividad física. «También puede suponer un reto mental: averiguar cómo replicar una textura o una forma o cómo manipular los ladrillos de Lego para conseguir el modelo que quieres crear», dice Carter.
La afición de Carter también se ha trasladado a su vida laboral. «También tengo un cuenco de piezas de Lego en mi oficina: si estoy atascado en un asunto, me parece que un rápido crujido de ladrillos suele proporcionar el descanso que necesito para resolverlo y me ayuda a concentrarme. Los clientes también han empezado a jugar durante las reuniones, ¡así que se está poniendo de moda!»
Jugar con Lego también puede ser un pasatiempo más sociable de lo que imaginas. «Soy miembro de mi Grupo de Usuarios de Lego local, donde los Adultos Aficionados a LEGO (AFOL) se reúnen mensualmente para compartir sus últimos modelos y hay exposiciones en todo el país donde los AFOL se reúnen para ofrecer una muestra de sus últimos modelos al público», explica Carter. Estas reuniones son actualmente online, debido a la situación mundial.
«Tener el hobby de Lego como una liberación creativa ha sido genial para mí», resume. «Atribuyo gran parte de mi bienestar a tener un hobby en el que puedo involucrarme tanto, ¡además de proporcionarme un círculo interminable de nuevos amigos por todo el país!»
Y una de las mejores cosas de Lego es que es relativamente fácil empezar, solo hay que poner las manos sobre unos ladrillos y empezar a crear. Consulta nuestros mejores sets de Lego para adultos, los mejores sets de Lego de Harry Potter y los mejores sets espaciales de Lego para empezar.
Tejer y hacer ganchillo
¿Crees que tejer es algo que sólo hacen los mayores? Pues estás muy equivocado. Personas de todas las edades, en todo el mundo, aman este pasatiempo creativo, y Alicia Ramírez, una diseñadora web mexicana que vive en Canadá, es una de ellas.
Pero para ella no fue amor a primera vista. «Aunque mi mamá trató de enseñarme a tejer cuando era niña, en ese momento me parecía aburrido», admite. «No fue hasta 2006 o 2007 cuando lo volví a intentar. Esta vez, me enganché».
Lo bueno es que puedes -más o menos- hacerlo estés donde estés. «Tejo o hago ganchillo siempre que me apetece: sobre todo mientras veo la televisión o escucho podcasts», dice Ramiraz. Además, una vez a la semana me reúno con un grupo de artesanos del hilo en una «noche de punto».»
¿Entonces dónde reside el atractivo? «Aunque las manualidades con hilo utilizan muchas de las mismas habilidades que uso en el diseño -teoría del color, fundamentos de la forma, etc.-, encuentro que realmente necesito alejarme del ordenador y usar mis manos para elaborar algo», dice. «Soy diseñadora de páginas web: la mayor parte del tiempo me dedico a mover píxeles. Así que tener un producto tangible que pueda llevar o usar en el mundo real es muy satisfactorio. También me gusta el aspecto social. Suelo trabajar sola, así que la noche de punto es una oportunidad para socializar».
Su afición puede llegar incluso a su trabajo diario, añade. «A veces veo algunos hilos que inspiran algunas de mis paletas de colores. La textura, la simetría y la asimetría de algunas prendas te ayudan a ver formas y patrones que luego puedes utilizar en tus diseños.»
¿Su consejo para quien quiera seguir sus pasos? «Empieza con algo fácil y pequeño, como un paño de cocina», recomienda. «La mayoría de la gente intenta hacer bufandas, que son una receta para la frustración. Además, visita tu tienda de hilos más cercana. Suelen dar clases y, además, conocerás a gente nueva».
Toca un instrumento
Si trabajas en un campo creativo centrado en lo visual, ¿qué mejor manera de quitarse las telarañas que dedicarse a una afición creativa que sea auditiva? Y eso es exactamente lo que ha hecho Jason Pickthall.
Pickthall, un artista conceptual independiente con sede en Milton Keynes, lleva tocando la guitarra desde que estaba en la universidad. «El dibujo y el arte fueron una vez un hobby», explica. «Pero cuando empecé a dedicarme a ellos a tiempo completo, sentí la necesidad de hacer otra cosa para ocuparme. Resulta que a mi compañero de piso se le da muy bien la guitarra, así que fue un buen ‘in'»
Cuando hablamos con él, estaba centrado en mejorar su habilidad con el instrumento. «Tengo una clase propiamente dicha cada quince días con un tutor; esto me permite ver los progresos objetivos y me mantiene motivado», explica. «Y cuando trabajo por libre, toco 20 minutos aquí y allá cuando quiero un descanso de la pantalla».
Tocar la guitarra no le quita el foco en el arte, sino que lo complementa. «Creo que necesito otro desahogo, ya que no creo que sea muy bueno para quedarme quieto», admite. «Además, creo que me convierte en una persona más completa. Si todo lo que hiciera fuera arte conceptual, sería bastante aburrido. Creo que los intereses externos te ayudan a encontrar puntos en común dentro de un equipo fuera de tu disciplina»
Y admitamos que las guitarras son intrínsecamente geniales. «Es fácil coger unos cuantos acordes y sacarle punta a algo, y hay una plétora de tutoriales en YouTube», dice Pickthard. «Sin embargo, si estás empezando, te recomiendo que recibas clases particulares, incluso 45 minutos cada quince días. Te pondrá en el buen camino y no desarrollarás malos hábitos. Es liberador volver a ser un novato en algo: ¡disfruta de la lucha y del dolor de crear callos en las yemas de los dedos!»
Aprende a cocinar
La mayoría de nosotros creemos que sabemos cocinar, pero, ¿cuántos de nosotros nos tomamos el tiempo necesario para mejorar nuestras habilidades y aprender nuevas recetas y técnicas? Christian Harries, director creativo de Arch Design en Londres, ha estado haciendo precisamente eso.
«Me he suscrito a Hello Fresh para conseguir sus tarjetas de recetas y explorar algunas recetas que normalmente no tendría en cuenta», explica. «También tengo unos cuantos libros de cocina, e intento hacer al menos dos recetas nuevas de ellos cada semana. Suelo elegir un número de página al azar y me limito a hacer lo que aparece en la página, a menos que lo haya hecho antes. Sin embargo, la principal forma de aprender es haciendo las cosas mal. Por ejemplo, no hay nada que te enseñe el tiempo correcto de cocción del arroz que tener que raspar el fondo de la sartén demasiadas veces». «Sinceramente, a veces ni siquiera me como lo que cocino; lo guardo para el almuerzo y sólo tengo algo fácil para la cena», dice. «Mientras sea comestible y aprenda algo nuevo, realmente no importa demasiado.»
¿Y ha tenido un impacto en su trabajo diario? «Supongo que inconscientemente me ha enseñado a ser más paciente con las cosas», responde. «Y también a que hay varias formas de hacer las cosas y ninguna de ellas es cien por cien correcta o incorrecta. Puede ser refrescante sentir que los resultados no tienen que ser 100% perfectos, siempre y cuando cumplan con el trabajo que el cliente pidió.
«Creo que tiene algo de terapéutico», añade. «A veces, después de un largo día de diseño, sólo quiero evadirme y, aunque la cocina es una especie de ‘diseño de la comida’, es simplemente agradable hacer algo que está tan alejado de mi trabajo diario».
Y este es su consejo para otros que quieran mejorar su destreza culinaria. «Les diría que no se preocupen por los resultados, que mejorarán con el tiempo. Además, no dejes que las recetas te desanimen. Puede ser muy desalentador ver miles de recetas diferentes para lo que es esencialmente el mismo plato, pero lo único que importa es que encuentres una con la que te sientas cómodo. Sí, puede ser bonito hacerlo más extravagante, pero aprende primero lo básico y luego puedes preocuparte de los detalles».
Fotografía
No todas las aficiones se quedan en un simple pasatiempo; para algunos pueden convertirse en una útil segunda fuente de ingresos. Entre ellos se encuentra Shona Cutt, una diseñadora gráfica independiente afincada en Bath, para quien la fotografía musical ha pasado de ser un hobby a una carrera paralela.
«Empecé a aficionarme a la fotografía musical en 2006 después de llevar una pequeña cámara de apuntar y disparar a los conciertos a los que iba», recuerda. «También leía obsesivamente revistas de música, y ver el trabajo de otros fotógrafos publicado me dio ganas de hacer lo mismo»
Finalmente dio el paso, comprando su primera DSLR en 2011, y acabó haciendo una minigira con la banda de un amigo por el cinturón central de Escocia. «Me encantó», recuerda. «No había tenido ninguna formación en fotografía, pero es algo que siempre me ha apasionado.»
Con los conciertos en directo, dice, la práctica hace la perfección (no es fácil en este momento, pero espero que pronto). «Empiezas a anticiparte a lo que los artistas van a hacer a continuación, y aprender a lidiar con una iluminación casi inexistente es esencial. Y es muy divertido. Me encanta el reto de captar la energía de una actuación en directo y trabajar con una luz que cambia constantemente, para crear recuerdos para el público y los propios músicos».
Sus experiencias con la fotografía musical también han dado forma a su trabajo diario de diseño. «Las habilidades de edición que he desarrollado ayudan a sacar el máximo provecho de una imagen, y el hecho de ser fotógrafa me ha dado más confianza para ser capaz de dirigir el arte de otros fotógrafos, especialmente en las ocasiones en que fue por teléfono», explica. «Y, en general, me ha ayudado a perfilar mi ojo para detectar una imagen impactante».
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Para quien quiera introducirse en la fotografía musical, ofrece los siguientes consejos (para seguir cuando sea posible). «Empezar fotografiando bandas en pubs, micrófonos abiertos y demás. En algunos locales pequeños te dejan entrar con la cámara; yo siempre preguntaría primero. Salir y fotografiar todo lo posible, no sólo los conciertos: todo. Además, ahorra tu dinero en las cámaras de gama alta para empezar y consigue un objetivo tan rápido como puedas permitirte: ¡lo descubrí por las malas!»
«Ahora hay más blogs y páginas web que cuando yo empecé», añade. «Matthias Hombauer dirige un gran programa de talleres y una comunidad con How To Become A Rockstar Photographer y el sitio web de Todd Owyoung me ayudó enormemente cuando buscaba comprar mi primera DSLR.»
Pintar figuras en miniatura
Pintar figuras en miniatura puede parecer una afición creativa limitada estrictamente a los niños. Pero los adultos también pueden sacarle mucho partido, dice Stewart Ainslie, una de las mitades de Don’t Walk en Stirling.
Lleva pintando miniaturas desde que era un niño, pero fue el reconocido ilustrador Steve Simpson quien le animó a continuar con su pasión de adulto y a compartir su amor por su «friki afición» con los demás.
Para Ainslie, esta afición ofrece un claro beneficio al creativo de hoy en día: el escapismo total. «Esculpir y pintar figuras tan pequeñas puede llevar horas, por lo que requiere tu total concentración, y eso es realmente importante para mí», dice. «Me aleja de las pantallas, las notificaciones y el pub. A menudo apago el teléfono o lo dejo en otra habitación; una locura, ¿verdad? Además, no puedes pintar bien si te has tomado un café de más, y obviamente el alcohol tampoco ayuda mucho».
«Ahora mismo hay una tendencia a la meditación y a la atención plena», continúa. «Y eso está muy bien, pero a menudo sigue implicando un teléfono o algún tipo de aplicación. Hacer miniaturas, y pintar, está alejado de todo el ruido que enturbia gran parte de nuestra vida profesional y personal. ¿He mencionado la falta de limitaciones o clientes? Si creo que los orkos quedan mejor con la piel amarilla, ¡que así sea!»
«Si realmente quieres hacer algo único: coge arcilla de modelar y herramientas de esculpir», concluye. «Es bastante barato y sorprendentemente limpio de usar. No hay nada mejor que pintar una miniatura que has esculpido de la nada!»
Jardinería
Si alguna vez quieres sentirte creativo y vivo, ¿qué mejor pasatiempo que dedicarte a la jardinería, donde realmente estás creando y alimentando seres vivos?
Craig Minchington, un galardonado diseñador gráfico que vive y trabaja en Bristol, siempre ha sido un fanático. Pero desde que se mudó con su novia y tuvo su propio jardín se ha convertido, según sus propias palabras, en un «ligero obseso».
«Para mí sigue siendo un canal creativo pero alejado de los ordenadores, la televisión y los teléfonos», explica. «Un lugar donde pueda desconectar, desconectar y dar un descanso a mis ojos y a mi cerebro. A veces salgo pensando que sólo voy a replantar unas plantas, y lo siguiente que sé es que estoy ahí fuera durante cinco horas.»
Y mientras que algunos podrían ver la jardinería como un mero trabajo pesado, Minchington lo ve como «totalmente creativo. Tenía un lienzo en blanco de macetas y parterres vacíos, así que he planeado combinaciones de colores de flores, la colocación de arbustos de crecimiento alto con arbustos pequeños, etc.». También es una forma de garantizar un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada. «En el pasado tuve que ausentarme del trabajo por estar completamente agotado», explica, «así que la jardinería fue un esfuerzo consciente para enmendar los errores del pasado»
Para cualquiera que esté pensando en dedicarse a la jardinería, su principal consejo es: «Sólo hay que ir a por ello y no tener miedo a meter la pata. Yo no tengo ni idea de lo que hago. Fui a un centro de jardinería, compré algunas plantas y macetas y empecé desde ahí. Me lo voy inventando sobre la marcha, y eso es la mitad de la diversión. Sólo hay que comprar plantas fáciles de cultivar: todas tienen etiquetas que explican las condiciones que necesitan, así que no hay que equivocarse. Y aunque no crezca nada, al menos has salido al exterior, lejos de las pantallas, y has hecho un poco de ejercicio».
Arte CGI
Para muchos lectores de Creative Bloq, el arte CGI será su profesión a tiempo completo. Pero para otros, como Mark Dearman, director creativo de la agencia True de Bristol, es una afición que les lleva fuera de su trabajo diario normal.
«Empecé a experimentar con el CGI hace unos años», explica. «En parte fue para permitirme crear activos y movimiento para proyectos comerciales. Pero también quería dar salida a ideas que no estuvieran necesariamente vinculadas a objetivos comerciales».
Lo que le ofrece es la libertad de explorar ideas y técnicas sin ninguna restricción comercial, continúa. «Cuando trabajas con una fecha límite, no siempre tienes el lujo de tener tiempo para experimentar. La experimentación y la reflexión son fundamentales para el crecimiento personal. Intento hacer un poco cada día, aunque sólo sea una hora. Suelo hacerlo durante la comida o a primera hora de la tarde. Renderizo durante la noche.»
Y con los años, se ha convertido en una parte inestimable de su proceso creativo. «Creo que la creación es un acto de descubrimiento; si quieres tener ideas buenas y nuevas, tienes que dedicarles tiempo», explica. «A menudo, la idea con la que empiezo se ha convertido en algo completamente diferente e inesperado al final del proceso. Utilizo mi feed de Instagram como un cuaderno de bocetos digital y lo utilizo como referencia en mi trabajo diario».
Por esta razón, siempre anima a sus compañeros diseñadores a emprender una afición creativa. «No tiene por qué ser el CGI, puede ser la fotografía, la ilustración, el vídeo, etc. Todos ellos pueden ser personalmente gratificantes y el impacto positivo en tu trabajo no puede ser exagerado. Por supuesto, eso no significa que todo sea coser y cantar: hay que pensar cuidadosamente en cómo mantener los esfuerzos. «Cuando empiezas a aprender algo nuevo, aprendes mucho y rápido. Una vez que te has quitado de encima todo el material para principiantes, eres dolorosamente consciente de lo mucho que hay que aprender y del tiempo que te llevará dominarlo. El progreso se vuelve más lento y puede llegar a ser desalentador. Por eso, hay que integrar la actividad en la rutina, de lo contrario, se puede dejar de lado. Hazlo parte de tu día»
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