Términos clave
- avidez: La medida de la sinergia de la fuerza de las interacciones individuales entre las proteínas.
- Eritrocitos: Los glóbulos rojos.
- Aglutinación: la aglutinación de glóbulos rojos o bacterias, generalmente en respuesta a un anticuerpo determinado
La aglutinación es la expresión visible de la agregación de antígenos y anticuerpos. Las reacciones de aglutinación se aplican a antígenos de prueba particulados que han sido conjugados con un portador. El portador puede ser artificial (como partículas de látex o carbón) o biológico (como glóbulos rojos). Estas partículas conjugadas reaccionan con el suero del paciente que presumiblemente contiene anticuerpos. El punto final de la prueba es la observación de los grumos resultantes de la formación del complejo antígeno-anticuerpo. La calidad del resultado viene determinada por el tiempo de incubación con la fuente de anticuerpos, la cantidad y la avidez del antígeno conjugado con el portador y las condiciones del entorno de la prueba (por ejemplo, el pH y la concentración de proteínas). En la inmunología diagnóstica se utilizan varios métodos de aglutinación, como la aglutinación en látex, las pruebas de floculación, la aglutinación bacteriana directa y la hemaglutinación.
En la aglutinación en látex, muchas moléculas de anticuerpos se unen a perlas (partículas) de látex, lo que aumenta el número de sitios de unión al antígeno. Si un antígeno está presente en una muestra de prueba, se unirá al anticuerpo y formará agregados visibles y reticulados. La aglutinación con látex también puede realizarse con el antígeno conjugado a las perlas para comprobar la presencia de anticuerpos en una muestra de suero.
Las pruebas de floculación están diseñadas para la detección de anticuerpos y se basan en la interacción de antígenos solubles con anticuerpos, produciendo un precipitado de partículas finas que pueden verse a simple vista.
La aglutinación bacteriana directa utiliza patógenos enteros como fuente de antígeno. Mide el nivel de anticuerpos producido por un huésped infectado con ese patógeno. La unión de los anticuerpos a los antígenos superficiales de las bacterias da lugar a grumos visibles.
La hemaglutinación utiliza eritrocitos como portadores biológicos de antígenos bacterianos, y polisacáridos o proteínas purificados para determinar la presencia de los anticuerpos correspondientes en una muestra.
Las pruebas de aglutinación son fáciles de realizar y, en algunos casos, son las más sensibles que existen actualmente. Estas pruebas tienen una amplia gama de aplicaciones en el diagnóstico clínico de trastornos inmunológicos no infecciosos y enfermedades infecciosas.